Y ooootra vez Pascua y Mar, de nuevo con sus monas.... En casa las fabrico en serie, las he hecho de casi todos los gustos y las he decorado de mil maneras, tanto es así, que he decidido crear para la ocasión un recetario con todas ellas, si queréis echarle un vistazo, consultar las recetas o coger ideas para decorarlas en casa, clicando sobre la siguiente imagen, accederéis directamente a este:
Me faltaba por publicar en el blog la receta de la clásica mona de yema y mermelada, pero una vez la tuve hecha, no me terminó de convencer, la encontré suuuuper dulzona, así que decidí repetirla pero esta vez combinando la yema con la nata y personalmente, me gustó mucho más, pero vamos, que ya sabéis que para gustos los colores...

Pues aquí os dejo con la receta, a ver si os animáis a hacerla y me contáis que os ha parecido.
INGREDIENTES:
Para el bizcocho:
170 g de harina de repostería
30 g de Maizena (harina fina de maíz)
200 g de azúcar
6 huevos L
1 Cdta. de extracto de vainilla
1 pizca de sal
Para el almíbar:
100 g de azúcar
100 g de agua
1 Cdta. de aroma de vainilla
Para el relleno:
400 g de nata líquida para montar, 35,1% m.g.
15 g de queso crema, tipo Philadelphia
60 g de azúcar glas
Para la cobertura de yema:
212 g de huevo (peso sin cáscara) o lo que es lo mismo, yema y clara de unos 4 huevos L
200 g de azúcar
16 g de Maizena (harina fina de maíz)
60 g de agua
1/2 Cdta. de extracto de vainilla
Para la decoración:
125 g de Almendra crocanti
Guindas en almíbar
Pollitos y plumas
Huevos de chocolate
Divinos de almendra La Casa (huevitos pequeños)
ELABORACION:
Del almíbar:
- El almíbar podéis prepararlo con antelación y conservarlo en la nevera en botes de cristal cerrados herméticamente.
- Poner el agua y el azúcar en un cazo y calentar hasta que hierva. Dejar hervir un par o tres de minutos, añadir el aroma de vainilla y retirar del fuego. Dejar enfriar.
Del bizcocho:
- Precalentar el horno a 180º.
- Engrasar un molde con mantequilla y espolvorear con harina o bien pulverizar con spray antiadherente.
- Tamizar la harina, la maizena y la sal y reservar.
- Poner en el bol de la batidora los huevos y batir con las varillas durante aproximadamente 5 minutos a velocidad alta hasta que tripliquen su volumen y adquieran un aspecto cremoso.
- Sin dejar de batir, añadir el azúcar y continuar batiendo durante unos 5 minutos más. Antes de finalizar este proceso, añadir también el extracto de vainilla. Observaréis que al añadir el azúcar la mezcla disminuye sutilmente su volumen, es totalmente normal.
- Incorporar la mezcla de harina, maizena y sal de forma manual con una espátula, efectuando movimientos envolventes hasta que no queden grumos.
- Verter en el molde y hornear a 180º, horno arriba y abajo, durante 30/35 minutos o hasta que al introducir un palito este salga limpio. (Ver Apdo. Mis apuntes).
- Sacar del horno, pasar un cuchillo por los laterales del molde, desmoldar y dejar reposar sobre una rejilla.
Del relleno de nata:
- Poner en el bol de la batidora la nata y el queso crema y batir con las varillas a velocidad alta.
- Cuando la nata comience a montar y sin dejar de batir, añadir el azúcar glas a cucharadas. Terminar de montar la nata hasta que esté bien firme y reservar en el frigo.
De la cobertura de yema:
- Mezclar la Maizena con el azúcar.
- Batir los huevos con el agua y añadir la maizena que hemos mezclado anteriormente con el azúcar. Una vez mezclado, añadir también el extracto de vainilla.
- Poner en un cazo a fuego moderado y remover constantemente hasta que espese (entre 8-10 minutos). Reservar a temperatura ambiente para que pierda calor mientras continuamos con la elaboración de la tarta. (Antes de utilizarla debe haber enfriado del todo)
En la imagen inferior podéis ver la textura que debe adquirir nuestra yema para que podamos cubrir la tarta sin mayor problema. Debemos obtener una yema de textura untuosa.
- Cortar el bizcocho con la lira o con un cuchillo largo de manera que obtengamos tres discos iguales y desechar la capa superior.
- Colocar el primer disco de bizcocho sobre la base en la cual serviremos la tarta y pincelar con el almíbar. Extender una capa de nata sobre éste.
- Colocar el segundo disco, y repetir la operación anterior, almíbar + nata.
- Colocar el tercer y último disco, pero esta vez solo pincelar con el almíbar, este va sin nata.
- Cogemos la crema, que ya habrá enfriado y con una espátula la extendemos sobre la superficie de la tarta, desde el centro hacia afuera, a la vez que la vamos girando.
- Una vez cubierta la superficie, con el resto de la yema, cubrir también los laterales.
- Introducir en el frigo durante unos 10/15 minutos antes de colocar la almendra crocanti.
- Transcurrido el tiempo, retiramos del frigo, tomamos en nuestra mano pequeños puñaditos de almendra crocanti y la vamos enganchando por todo el lateral de la tarta hasta cubrirla. Decorar con las plumas, pollitos, guindas, huevos de chocolate y Divinos y conservar en el frigo hasta el momento de consumir.
Mis Apuntes:
Cuando batáis los huevos del bizcocho, hacerlo en un bol bien grande y profundo para evitar que la mezcla se desborde al triplicar su volumen.Ir controlando el bizcocho en el horno y si veis que a mitad de horneado la superficie se dora en exceso, cubrirlo con papel de aluminio.
Tener en cuenta que los discos de bizcocho han de ser finitos, aproximadamente de 1 cm. de grosor, si los preferís más gruesos/altos, cortar el bizcocho por la mitad.
Es posible que no sea necesario dejar reposar la tarta en el frigo para que la almendra crocanti se adhiera bien, pero como yo lo hice así, no pude comprobarlo, así que no os lo puedo asegurar, podéis probar a ver que tal...
Mantener la tarta cubierta en el frigo para que la yema permanezca intacta y no se os reseque. Yo la tapé con la tapa de un portatartas. Podéis también conservarla dentro de una caja para tartas. Si veis que con la decoración no vais a poder cubrirla, podéis decorarla a posteriori, total es un momento...
La yema quemada es deliciosa, si la preferís, solo tenéis que espolvorear la superficie de la tarta con azúcar y quemarla con un soplete de cocina o con un quemador de azúcar, pero tener presente que de esta forma será más complicada la sujeción de las decoraciones.
Cuando finalicéis la elaboración de la yema, retirarla del cazo y pasarla a otro recipiente, de este modo evitaremos que esta siga cociendo con el calor residual del cazo.