NATILLAS DE COCO Y CHOCOLATE

Hola Sweets! Ya estoy de nuevo por aquí.  Me he ausentado algunos días por que he estado liada organizando mi primer taller de cupcakes para peques que en breve os mostraré, toda una experiencia... os lo aseguro.

Así que como no he tenido tiempo de preparar algo curradillo, he echado mano de esta sencilla pero riquísima receta de Natillas de coco y chocolate que estoy segura que a los que os guste el coco os va a encantar, probar! probar! 

Fuente: Adaptada de love Food

 

INGREDIENTES:
Para unas 8 natillas

1 lata de leche de coco (400 ml)

140 g de leche a temperatura ambiente

200 g de nata líquida

50 g de coco rallado

125 g de azúcar

35 g de Maicena

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100 g de nata líquida
75 g de chocolate 52% m.g.

• Disolver la Maicena en la leche, que debe estar a temperatura ambiente, aunque si la tenéis de nevera, no os preocupéis, unos pocos segunditos al microondas y andando!
• La ponemos en un cazo al fuego y le añadimos la leche de coco, la nata, el azúcar y el coco rallado y cocemos a fuego medio (yo la tuve unos 5 minutos)  removiendo constantemente hasta obtener una textura cremosa, vamos! lo que viene siendo la textura de una natilla. 
• Verter en los recipientes que vayamos a utilizar y dejamos que pierdan temperatura.
• Una vez frías, introducir en el frigo unas tres horas.

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Hasta aquí la natilla de coco, que a pesar de estar increíble, siempre se puede mejorar con un poquito de chocolate, jeje! Pues venga mis valientes! a por ellas!

Una vez las Natillas hayan cuajado en el frigo, ya podemos preparar el chocolate: 

• Llevar la nata a ebullición, ya sea en un cazo al fuego o bien en el microondas, retirar del fuego, añadir el chocolate troceado y remover hasta que se haya fundido del todo.
• Verter sobre cada una de las natillas y volver a introducir en el frigo hasta que el chocolate haya cuajado.

Algunas Recomendaciones:

Si las vais a rellenar también con chocolate, recordar no llenar los tarritos del todo con la crema de coco para que éste os quepa.

La textura del coco rallado se aprecia en boca, así que si no os gusta notar los trocitos, pulverizarlos antes con un molinillo de café o robot de cocina.